Ciudades de Papel es la adaptación cinematográfica del libro con el mismo titulo escrito por el autor estadounidense John Green. Quentin Jacobsen y Margo Roth Spiegelman están interpretados por el actor Nat Wolff, a quién también pudimos ver en la gran pantalla bajo el nombre de Isaac en Bajo la misma estrella y Cara Delevigne, la chica polifacética a la que podremos ver en Pan y a la que ya hemos visto en la portada de grandes revistas como la Vogue.

Margo Roth Spiegelman es la chica a la que todos creen conocer pero nadie conoce. Tanto que para Quentin Jacobsen, su vecino y amigo de la infancia, llega a convertirse en un misterio el día en que después de una noche de venganza desaparece dejando una serie de pistas que Q tendrá que resolver, para ello cuenta con la ayuda de sus mejores amigos: Radar y Ben; y la mejor amiga de Margo: Lacey Pemberton.


La película es amena en todo momento, además de que cuenta con escenas graciosas y de que el hecho de que alguien desaparezca y saber si reaparecerá o no, provoca en los espectadores unas ansias tremendas por terminar de ver la película.

Es posible que los protagonistas sean dos topicazos, Quentin es un personaje muy plano, sin nada destacable mientras que Margo es como una diosa griega para él. Es como unir la nada con el todo. De los personajes, los más originales han sido los secundarios, Radar, con su colección enorme de Santa Claus negros y Ben cantando la canción de Pokémon, soy muy fan de esa escena, y no fui la única friki que se emocionó (en este mismo blog tenemos a otro).

Me ha resultado una película muy simple, sin complicaciones y sin tramas complejas, pero esto no es un punto negativo ya que es bastante fiel al libro en el que se basa. Y digo bastante porque si has leído el libro te das cuentas de que hay cosas que se saltan, personajes que aparecen en el libro y en la película no o escenas que aparecen en la película y en el libro no hay ni rastro.

Del final, he de decir que es inesperado porque hay algo que nos choca a todos pero si vas al cine habiendo leído el libro te es indiferente porque ya te lo esperas.

Por lo tanto, no es la mejor película que he visto en mi vida pero es cierto que la he disfrutado.